“Educar y amar”: Experiencia de acompañamiento educativo durante la pandemia

La pandemia ha causado un grave deterioro en el aprendizaje escolar. Se nos hizo evidente que los niños, y sobre todo los más pobres, son los que sufren los mayores daños que genera la crisis sanitaria que venimos afrontando.

Ante esta situación surgió la iniciativa “Educar y Amar”, entre los meses de mayo y junio de 2020, en la primera ola de pandemia, durante el diálogo realizado entre amigas de tres comunidades de laicos, y al conocer las necesidades de las chicas y chicos de MANTHOC.

Con la finalidad de compartir un apoyo mutuo, solidario desde nuestro SER MAESTRAS y dialogando con la coordinadora de MANTHOC, descubrimos que las/los niños y jóvenes necesitan diversos apoyos, entre ellos desarrollar sus tareas escolares y comprender las clases virtuales.

Iniciamos con reuniones de coordinación, preparación y creación colectiva, esbozando respuestas ante las necesidades planteadas por MANTHOC. Invitamos a maestras amigas, amigos y se fueron incorporando a nuestro grupo de maestras y maestros voluntarias/os.

Este voluntariado se inició en junio 2020 con tres profesoras apoyando a 5 niños de MANTHOC, con quienes durante las tardes se reunían en sesiones de dos horas de manera remota. Hemos compartido caminos de “apoyo personalizado en educación remota” según las características de cada chica, o chico y su entorno. A la fecha contamos con 16 profesores y apoyamos a 20 niños.

Dentro de esta experiencia de voluntariado destacamos unos momentos en este camino: Al inicio del 2021 y luego de escuchar a los chicos participantes en el apoyo, “Los niños y adolescentes de MANTHOC se sienten bien al saber que alguien adulto se preocupa por ella o por él”. Y con mirada profunda, reconocimos que juntas – MANTHOC y nosotras – “Estamos construyendo una Nueva Humanidad”.

Luego de vivencias difíciles en algunas familias, invitamos a nuestra amiga Médico Psiquiatra Naty Torrico, quien desde Chile, nos presentó sus reexiones acerca de”La educación y la pandemia”. Nos ayudó y destacó las consecuencias que están soportando las Maestras/os y estudiantes. Transmitió sus recomendaciones acerca de cómo ayudar y motivar al estudiante.

Se incorporaron nuevas maestras; un adolescente y una maestra desde Chile, apoyando a un chico de Lima. La solidaridad supera las distancias. La mayoría de maestras voluntarias viven en Lima, una en Ica y una en Santiago de Chile. El apoyo ha ido creciendo y ampliándose a Piura, Cajamarca, San Marcos, Ayacucho, Yerbateros en Lima.

Maestras, maestros y el regreso seguro a clases en 2022

Grandes cambios en la cuestión pedagógica. La principal preocupación en relación con los estudiantes que se van a incorporar a la presencialidad es que hay algunos estudiantes que no se han adaptado a la educación remota. Algunos cambios de otras realidades que vivencian nuestras compañeras Maestras voluntarias, nos ayudarán en nuestro servicio voluntario de este año.

a) Selección de los chicos que recibirán apoyo en su aprendizaje. Las maestras compartirán y prepararán nuevos materiales, videos interactivos.

b) El chico o chica tendrá un tiempo de trabajo independiente. La maestra voluntaria orientará al estudiante para que elabore un cronograma de su día y aprenda a auto-organizarse. Se plantean metas en lo personal y académico que sean viables y medibles; también se la mostrarán los pasos necesarios y las estrategias para alcanzarlas.

c) El desarrollo en clase continuará como una asesoría de uno a uno de la maestra con el alumno. La maestra voluntaria reconocerá cómo se ha preparado el estudiante en los dos años anteriores, como está capacitado, en diálogo con su colaboradora.

d) Hay una gran diferencia entre el aprendizaje de los estudiantes de un mismo grado. Referente a la metodología a emplear, debe haber un diálogo entre la colaboradora, la maestra voluntaria y el interés de los chicos.

Fuente: Revista Signos

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